La reacción emocional que nos mantiene con vida.
Imagina que tienes un superpoder secreto dentro de ti:
¡El Detector de Cosas “¡Puaj!”!
Este superpoder se llama ASCO.
¿Para qué sirve este superpoder?

Imagina que vas al refrigerador con ganas de comer algo y ves una fruta que se ve un poco
extraña, tiene manchas oscuras y huele un poquito feo. Tu superpoder del ASCO se activa y te dice: “¡Cuidado! ¡No te comas eso! Podría estar mala y hacerte daño”.
El asco es como una alarma que suena en tu cabeza y en tu cuerpo para protegerte de
cosas que podrían ser peligrosas para ti.
Tu cerebro generará distanciamiento del estímulo y separación, a nivel fisiológico se generará un reflejo facial, se arrugará la nariz, y tus labios superiores se elevarán, a esto podría sumarse la salivación y náuseas, pudiendo alterar la presión sanguínea y hasta un posible desmayo.
Entonces ya sabes, el asco es una emoción fundamental para tú supervivencia, un super poder que si bien no es agradable, pues nos ayuda a seguir en este mundo!.
El estímulo que produce el asco puede variar y puede ser influenciado por aspectos culturales o sociales, al final, si comúnmente a las personas en donde vives les genera asco los gusanos, es posible que tu también adquieras el asco hacia los gusanos. Sé han hecho estudios en donde se observa que hay bebés que no demuestran asco hasta los tres años en comparación con el mismo estímulo que para un adulto si se le genera.
¡Por ejemplo! hay culturas donde comer insectos es algo natural y delicioso, sin embargo, en otras es algo que podría generar mucho asco, pues, culturalmente no es algo común.
Entonces, a pesar de que, existe un marcado carácter evolutivo, la sociedad es la que genera los márgenes de los estímulos, ya que, el aprendizaje social es lo que nos moldea.
Tom Simpson en su ensayo “The development of food preferences and disgust”
Habla sobre el desarrollo de las preferencias alimentarias y el asco, Tom Simpson explora cómo esta emoción fundamental evoluciona como un mecanismo protector contra la ingestión de sustancias dañinas. Argumenta que la comprensión y la manifestación del asco se desarrollan con la edad, influyendo significativamente en la formación de aversiones alimentarias y el rechazo de ciertos alimentos. Simpson probablemente distingue el asco de otras emociones como el miedo, aunque ambas impulsen la evitación, y podría abordar su relación con la neofobia alimentaria, resaltando el papel crucial del asco en la supervivencia al guiar las decisiones alimentarias, especialmente en las primeras etapas de la vida.

CONEXIONES CEREBRALES ANTE EL ESTÍMULO DEL ASCO

El lugar que se activa en el cerebro para el asco es la ínsula, sin embargo, hay otras zonas que también muestran actividad frente a un estímulo así; la amígdala, el hipotálamo, el tálamo y el cerebelo, esto se debe a qué influyen experiencias de vida de diversos estímulos percibidos que generaron en algún momento asco, conocer un poco más sobre estos “circuitos neuronales” que se encuentran relacionados al asco podemos comprender mucho mejor que ocurre en el cerebro con personas con trastornos alimenticios.
Ahora ya podemos comprender que la emoción del asco es muy importante para el cerebro y el entorno del ser humano, ya que nos aleja de alimentos descompuestos, nos ayuda a discriminar frente a algo que podría hacernos daño. De esta forma se ha determinado que esta emoción podría manifestarse constantemente en trastornos como obsesivo compulsivo ó ansiedad.
Entonces ya sabes, el asco es una emoción fundamental para tú supervivencia, un super poder que si bien no es agradable, pues nos ayuda a seguir en este mundo!.
Escrito por: Yasna D. Gac
Referencias: Cerebro Conducta Y Aprendizaje Neurociencia (autor, Javier Frontiñan)